Casa de Guarda es un emprendimiento local que se ha convertido en un referente cuando se trata de transmitir la identidad de la región a través de productos de calidad y regalos especiales. Andrea Aravena, la persona detrás de esta iniciativa, compartió algunos detalles sobre su proyecto y su camino como emprendedora.
La idea de Casa de Guarda se originó en la profunda conexión de Andrea con la cultura local y la necesidad de crear un lugar que representara la autenticidad de Valdivia. Según sus palabras, “no había un sitio identitario de Valdivia”, y buscaban convertirse en ese punto de referencia. La motivación detrás de su emprendimiento fue el deseo de preservar y difundir la identidad y sabor únicos de la región.
Uno de los mayores desafíos que ha enfrentado Andrea en el proceso de materializar su proyecto es la constancia de la operación. Los costos de arrendar un local y pagar insumos son altos, y las ventas pueden ser fluctuantes.
Casa de Guarda se distingue por ofrecer productos de la región caracterizados por su alta calidad. Su gama de productos abarca desde chocolates, mermeladas, quesos, jugos, infusiones y regalos especiales, todos elaborados con esmero y respetando la esencia local.
A pesar de la calidad de sus productos, Andrea destaca que aún les falta darse a conocer y aumentar el flujo de visitas. Sin embargo, su compromiso con la identidad local sigue siendo un pilar fundamental en su crecimiento.
La diferenciación de Casa de Guarda radica en su enfoque en transmitir la identidad local a través de los sabores y regalos únicos. Su misión es mucho más que vender productos; es sobre compartir una experiencia que refleje la riqueza cultural de Valdivia.
La experiencia de Andrea al compatibilizar su emprendimiento con el cuidado de su hijo, ha sido un desafío. A pesar de las dificultades, Andrea continúa adelante y recibe el apoyo de su hijo en su viaje emprendedor.
Cuando se le preguntó sobre las medidas que podrían facilitar a las mujeres cuidadoras emprender sin dificultades, Andrea destacó la importancia de proporcionar apoyo en el cuidado de los niños, como el acceso a salas cuna, jardines y lugares preparados para el cuidado de los pequeños por media jornada. Además, sugirió la posibilidad de establecer un sistema de turnos en las casas de cuidadoras con salarios adecuados.
Casa de Guarda es un ejemplo de cómo un emprendimiento puede ser una fuente de empoderamiento y transmisión de la identidad local.