En el corazón de la Región de Los Ríos, el Santuario Humedal Angachillas, un refugio de biodiversidad que se mantiene como un pilar fundamental de la conservación ambiental en el sur de Chile. A la cabeza de este proyecto, Ana Villanueva, presidenta de la Corporación de Humedales Angachilla, ha sido un ejemplo de compromiso y liderazgo. Su historia, sin embargo, no comienza en una oficina, sino en su niñez, en la pequeña localidad de Reumen, donde su familia la enseñó a vivir en armonía con la naturaleza.
Desde pequeña, Ana creció con una profunda conexión con el entorno natural. “Mis padres siempre me enseñaron a proteger la naturaleza por lo que conlleva vivir con ella”, recuerda. Esta enseñanza fue clave para formar su visión sobre el medioambiente y su papel en la sociedad. Al frente de la Corporación, Ana ha logrado transformar esa conexión personal en un proyecto colectivo que involucra a toda la comunidad, con el objetivo de proteger el santuario y educar a las nuevas generaciones sobre la importancia de los humedales.
En el Santuario Humedal Angachilla, la educación ambiental es una piedra angular de su trabajo. Ana explica que “todo lo que se hace aquí está relacionado con proyectos educativos y de sensibilización”. A través de iniciativas como los comités que llegan al humedal para presentar sus proyectos, y en colaboración con grupos como el invernadero Ñuquemapu y el proyecto Secóflos Alerce, la corporación promueve la conciencia ecológica en la región. “Cada proyecto debe estar relacionado con la educación ambiental”, dice Ana, reafirmando su compromiso con el desarrollo de iniciativas que fortalezcan el vínculo entre las personas y el entorno natural.
Uno de los logros más destacados de la Corporación es la mantención de un espacio limpio y seguro para los visitantes del humedal. Ana reconoce que, aunque muchas veces las organizaciones que trabajan en el área son desconocidas para el público, su trabajo ha logrado que el parque se mantenga libre de basura y maleza. “El parque se ve limpio, y eso da seguridad a la gente”, comenta. Esta limpieza no solo es un aspecto físico del trabajo, sino también un símbolo del esfuerzo constante para proteger un ecosistema tan valioso.
El liderazgo de Ana Villanueva también resalta por su enfoque en el papel de las mujeres en la conservación ambiental. Según ella, las mujeres tienen un rol crucial en la educación de los niños, tanto dentro como fuera del hogar. “La juventud lo toma como ejemplo”, dice Ana, destacando cómo las mujeres, a través de su compromiso con la limpieza y protección de los humedales, motivan a las generaciones más jóvenes a involucrarse. “Ver a mujeres batallando, limpiando el medioambiente, protege los humedales y remueve la conciencia de los jóvenes”, explica.
El trabajo de Ana, más que un esfuerzo personal, se ha convertido en un llamado a la acción para toda la comunidad. Su liderazgo inspira a otros a sumarse al esfuerzo por proteger los humedales y a tomar conciencia sobre la importancia de conservar estos espacios naturales. “Ellos se comprometen y ayudan a mantener la limpieza dentro de los parques”, agrega, subrayando cómo el ejemplo y el trabajo constante pueden hacer una diferencia significativa.