Montserrat Lara Sutulo, bióloga y miembro de la Corporación Humedales de Angachilla, es una figura destacada en el ámbito de la educación ambiental en Valdivia. Con una carrera de más de 20 años en la conservación y difusión del valor de los humedales, Montserrat ha trabajado incansablemente para acercar la naturaleza a la comunidad. Su historia en este campo está marcada por la creación de programas innovadores, el impulso de rutas de aprendizaje y una firme creencia en el papel fundamental de las mujeres en el cuidado y preservación del medio ambiente.
Desde sus días en la universidad, Montserrat encontró en los humedales un espacio ideal para fomentar la educación ambiental. Estos ecosistemas, ricos en biodiversidad y fundamentales para el equilibrio ecológico, se convirtieron en el foco de su labor. Al ver cómo las personas podían conocer y disfrutar de la naturaleza, encontró en la educación ambiental una herramienta poderosa para promover el respeto y el cuidado de estos espacios. “La educación ambiental surgió para mí como una forma de conectar a la gente con la naturaleza, un espacio donde pueden descubrir y aprender”, explica Montserrat, quien desde entonces ha buscado formas creativas de acercar el conocimiento ecológico a la gente.
Uno de sus proyectos más emblemáticos fue la creación de una escuela de liderazgo ambiental en 2009, enfocada en adultos interesados en aprender sobre conservación y liderazgo en temas ambientales. Esta iniciativa buscó dotar a la comunidad de herramientas prácticas para la protección de los humedales y el cuidado de la naturaleza. Más adelante, en 2019, adaptó esta escuela al formato en línea debido a las restricciones de la pandemia. Durante este período, Montserrat también trabajó en un curso de difusión sobre la Ley de Humedales Urbanos, con el objetivo de resaltar la importancia de proteger estos ecosistemas en áreas urbanas, un tema que ella considera esencial para una convivencia sostenible con la naturaleza.
Pero su trabajo no se detiene en los adultos. A través del programa Explora, Montserrat también ha colaborado con jóvenes en proyectos de investigación enfocados en los humedales de Valdivia, enseñándoles técnicas de monitoreo y la importancia de la conservación de estos espacios. Estos proyectos de investigación no solo les permiten adquirir conocimientos científicos, sino también una conexión emocional con los humedales y su biodiversidad.
En los últimos años, Montserrat ha impulsado la “Ruta de los Humedales”, una serie de recorridos en kayak y en bicicleta que permiten a las personas explorar los humedales del sector Santa Cruz y otros humedales de Angachilla. Esta ruta cuenta con paneles interpretativos en cuatro puntos, donde los visitantes pueden aprender sobre las especies de aves y plantas que habitan en estos ecosistemas. Además, Montserrat organiza cicletadas familiares, actividades en las que los participantes no solo recorren los humedales, sino que también tienen la oportunidad de observar aves y conocer la flora y fauna locales. “Estas cicletadas nos permiten enseñar sobre la naturaleza de una forma experiencial y en familia, fomentando un vínculo afectivo con el medio ambiente”, comenta.
Convencida de que el papel de las mujeres en la educación ambiental es fundamental, Montserrat considera que su trabajo está inspirado en el instinto de cuidado y protección, valores que observa en muchas mujeres que también dedican su vida a la conservación y educación ambiental. “No es casualidad que la mayoría de las personas en este ámbito sean mujeres. Tenemos un sentido de resguardo de la naturaleza y de compartir ese conocimiento”, afirma Montserrat. Según ella, la educación ambiental se enriquece con el enfoque de cuidado y enseñanza, que permite a la comunidad no solo aprender, sino también adoptar un rol activo en la protección de su entorno.