Michelle Cárdenas, profesora de Educación Física con una larga trayectoria en el ámbito educativo, es también una madre de tres hijos y defensora activa de la conciencia medioambiental. Su interés por la sostenibilidad comenzó en su entorno familiar, motivada por el deseo de crear un futuro más responsable para sus hijos. “La relación con el medio ambiente surgió cuando mis hijos eran pequeños. Fue a partir de ahí que tomé conciencia de la importancia de cuidar nuestros entornos, no solo en el hogar, sino en cada lugar donde interactuamos con otras personas”, explica.
Este compromiso inicial se transformó en una práctica constante de reciclaje y reutilización de recursos, que no solo involucró a su familia, sino que se extendió a su comunidad a través de colaboraciones con organizaciones locales. “Comenzamos de manera muy modesta en casa, separando los residuos y reutilizando materiales. Con el tiempo, esto evolucionó hacia una participación activa en actividades de limpieza y educación ambiental, en las que involucramos a nuestros hijos para inculcarles desde pequeños la importancia de cuidar el planeta”, detalla Michelle.
Su labor no se detuvo en el ámbito personal. En su rol como docente en un colegio municipal, asumió la responsabilidad de ser la encargada del sello medioambiental, una certificación que reconoce a las instituciones educativas comprometidas con la sostenibilidad. “Este cargo ha sido una oportunidad para llevar la educación ambiental al aula, realizando talleres de reutilización de materiales y organizando jornadas de limpieza con los estudiantes.”, subraya.
El Rol de la Mujer en la Educación Ambiental
Para Michelle, la participación de las mujeres en la educación ambiental es clave, no solo desde el rol de madres, sino también como educadoras y cuidadoras en general. “Las mujeres, en sus múltiples roles como madres, tías, abuelas y educadoras, tenemos una capacidad única para generar conciencia ambiental. Somos naturalmente comunicadoras y cuidadoras, lo que nos permite establecer un vínculo de confianza y credibilidad con los niños y con nuestras comunidades”, destaca.
Michelle enfatiza que, además de ser figuras de autoridad en el hogar y en el entorno escolar, las mujeres juegan un papel crucial en la transmisión de valores sostenibles. “En el colegio, nuestro rol no se limita solo a la enseñanza de contenidos. También apoyamos el desarrollo de actividades que fomentan la conciencia ambiental en los estudiantes. Al ser docentes y madres, nuestro mensaje tiene un mayor impacto y credibilidad, lo que facilita el aprendizaje y la adopción de prácticas sostenibles”, añade.
Fomentando la Educación Ambiental desde la Base
Michelle sostiene que el momento de actuar es ahora y que el cambio debe comenzar desde la base, es decir, desde los más jóvenes. “La mejor forma de cultivar una conciencia ambiental es empezar con los más pequeños. Es en la niñez cuando se forjan los hábitos y valores que perdurarán en la vida adulta. Por eso, es crucial integrar la educación ambiental de manera sólida tanto en las escuelas como en los hogares”, afirma.
Michelle Cárdenas sigue impulsando iniciativas que promueven un cambio de mentalidad hacia la sostenibilidad, tanto en su vida personal como en su entorno profesional. Su enfoque en la educación ambiental, sumado a su compromiso con el liderazgo femenino en este ámbito, la convierten en un referente clave en la formación de nuevas generaciones más conscientes y responsables con el medio ambiente
