Cuando cocinamos es común que pensemos solamente en el plato principal, y es por esto que en ocasiones nos olvidamos de detalles que también son relevantes, como las entradas que preceden al platillo de fondo. Es por esto que para esta edición, queremos compartir una receta bastante sencilla de preparar pero que sorprenderá a cualquier comensal que se siente en su mesa.
Por Jaime Reuss – Chef de Los Ríos
Preparación
Lo primero que debemos hacer es cocer las papas en una olla, posteriormente las molemos en un bowl, agregando mantequilla, aceite de oliva, sal y pimienta a gusto hasta formar una molienda estable.
El siguiente paso es cocer los piñones durante 40 minutos agregando una cucharada de azúcar al agua de la cocción. Una vez cocidos, los pelamos y picamos en pequeños trocitos.
Luego picar en pluma la mitad de una cebolla, saltearla y agregar una pizca de azúcar (la medida puede ser la punta de una cuchara grande), mantener en sartén hasta que la cebolla tome un color café, si es necesario se puede agregar agua para evitar que se quemen. Retirar la cebolla y unir con los piñones.
Paralelamente, cortamos la mitad de una palta en tira o cuadros, según nos sea más cómodo, reservamos.
Finalmente, rallamos la mitad de una betarraga y la reservamos en un bowl, mientras que ponemos una pequeña porción en un plato y la llevamos al microondas por tres minutos, hasta que se deshidrate totalmente, luego reservamos.
La betarraga rallada que quedó en el bowl decantará jugo que se debe agregar a la mitad de la molienda de papa realizada anteriormente, para obtener un puré de color morado.
Montaje
Elegimos nuestro plato, y sobre él ponemos un timbal o algún elemento tipo cilindro que nos ayudará en el montaje.
Dentro del timbal, agregamos un poco de molienda de papa amarilla creando una base, luego agregamos un par de cucharadas de piñones seguidos de una capa de cebolla acaramelada. A continuación añadimos un poco de la molienda de papa teñida, seguida de una capa de palta, para nalizar agregando la molienda de papa amarilla.
Para terminar, decoramos el rededor del plato con la tierra de betarraga que habíamos deshidratado.
Ahora, a disfrutar!