• Reconocido monumento histórico ubicado en la isla de Mancera, busca ser un referente como destino seguro en la Región de Los Ríos, iniciativa es apoyada por el proyecto FIC de Bioseguridad en Turismo que impulsa la Universidad Austral de Chile.
Con el desafío de recibir hasta 500 visitantes diariamente, la nueva administración del Museo de Sitio Castillo San Pedro de Alcántara, conocida popularmente como Castillo de Mancera, se ha propuesto realizar una serie de modificaciones que les permita mejorar la experiencia del turista al visitar este importante sitio histórico.
Waleska Bravo, recaudadora del museo y Presidenta de la Junta de Vecinos de la isla Mancera, explica que “nos ha tocado asumir esta importante tarea en medio de una pandemia, cuando mucha gente está deseosa de salir y disfrutar de estos espacios abiertos y que son de una gran riqueza cultural, que pone a nuestra comuna en el centro de la historia y que explica lo que somos hoy como comunidad. Sin embargo, hacerlo en estos tiempos, requiere una gran responsabilidad, porque además de compartir nuestra historia, debemos velar por la salud de cada persona llega hasta aquí”.
“Es por esto, que ser parte de este proyecto de bioseguridad en turismo, nos llega en el momento oportuno, porque nos permite revisar e implementar nuestros procesos de atención al visitante, reducir los riesgos de contagios de enfermedades respiratorias y recibir una capacitación y asesoría específica para el tipo de servicio que ofrecemos a la comunidad”, detalla Bravo.
Por su parte, Romané Véliz, directora del proyecto, señala que “este es el primer museo de sitio que estamos apoyando directamente y que resulta ser muy interesante, ya que visibiliza una cadena de servicio que totalmente distinta a otras áreas del turismo como restaurantes, hoteles o cabañas, en donde la gestión del riesgo debe enfocarse de otra manera. Por eso, es relevante un primer diagnóstico, la revisión de cada paso en la atención, por ejemplo, desde que se corta el ticket de ingreso al museo, el acceso de los grupos de visitantes con sus guías turísticos, la delimitación de sectores, habilitación de puntos con desechos covid-19, instalación de señalética con información relevante, entre varios puntos”.
Al mismo tiempo, la experta en salud comunitaria, complementa este diagnóstico con una propuesta que pueda ser sostenible en el tiempo. “Tenemos claridad en que estos protocolos deben proyectarse a lo largo de los años, ya que nos servirá no sólo para reducir los riesgos de contagios por covid-19, sino que para enfrentar otras enfermedades respiratorias propias de nuestra zona. Por lo demás, nos permitirá como comunidad, esto es vecinos, visitantes, autoridades técnicas, academia, instalar una cultura de bioseguridad y que se traduzca finalmente en una región que es segura de visitar, haciéndola mucho más competitiva en el área turística a nivel nacional”.
