Ruth Belmar: “El teatro en Valdivia se hace con amor, trabajo y redes” | Periódico Los Ríos

Ruth Belmar: “El teatro en Valdivia se hace con amor, trabajo y redes”

La dramaturga, directora y actriz valdiviana Ruth María del Mar Belmar lleva más de una década impulsando la creación teatral desde la Región de Los Ríos. Como parte de la Compañía de Teatro Universitario Sotavento, y también como docente en la Escuela de Lenguaje y en la carrera de Pedagogía en Lenguaje y Comunicación de la Universidad Austral de Chile, Ruth ha desarrollado una obra profundamente ligada al territorio y a su gente.

“Ser artista en Valdivia no es fácil, pero tampoco imposible”, afirma. “Aquí hay que jugársela, tener una idea, salir con ella y rodearse de personas que crean contigo”. En su trayectoria, ha encontrado equipos comprometidos y mecenas que han hecho posible levantar proyectos teatrales incluso en contextos sin recursos, manteniendo una constante entre la vocación y la autogestión.

Su línea de dramaturgia se enmarca en la crónica roja chilena, una mirada crítica que combina hechos reales con poesía escénica. “Mis obras dialogan con la Región de Los Ríos”, explica. “Por ejemplo, Risas está inspirada en el crimen de las niñas de Isla Teja, un hecho doloroso que transformé en una construcción ficcional para reflexionar sobre la violencia, la ciudad y la memoria del río”.

Actualmente, trabaja en una nueva creación centrada en la vida en las calles valdivianas, el frío, el reflejo de las luces sobre el cemento y los atardeceres que, según dice, “tienen una textura y un color que no existen en otras ciudades”. Esas imágenes poéticas —la lluvia, la luna, los reflejos— se transforman en materia viva para sus personajes.

Belmar reconoce con gratitud las redes que ha sostenido en su camino artístico: la dramaturga y académica Margarita Poseck, su maestro Roberto Matamala, y la artista Susana Muñoz, con quienes ha compartido escenarios, procesos y aprendizajes. “La Facultad de Filosofía y Humanidades ha sido mi casa. Acá cualquier expresión artística que tenga fundamento se hace y se produce”, comenta.

Sin embargo, también señala las dificultades estructurales para la creación local: la falta de espacios para ensayar y el acceso limitado a salas de teatro. “Quizás estoy en un lugar privilegiado por trabajar en la universidad. Pero hay muchos artistas que no tienen dónde crear, y eso hay que cambiarlo”, enfatiza.

Para Ruth, el teatro no solo es arte, sino también una forma de educación y resistencia. Por eso, desde las aulas y los escenarios, transmite a sus estudiantes un mensaje claro:

“Hagan teatro. Funden compañías. Ensayen, monten, vivan la experiencia. No importa si la primera vez sale mal, si no hay público o si faltan recursos. En algún momento llegará la oportunidad y van a poder mostrar su arte. Si tienen el bichito del teatro, sigan, construyan redes y háganlo posible”.

Con más de una década dedicada al arte escénico desde el sur de Chile, Ruth Belmar encarna una certeza: el teatro sigue siendo un acto colectivo, persistente y lleno de vida.
“¡Viva el arte! ¡Viva el teatro!”, concluye, con la convicción de quien sabe que crear en Valdivia es también una forma de resistir y de amar su territorio.

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