Actualmente nos encontramos con una realidad tanto a nivel regional como a nivel nacional en la que la tasa de obesidad se ha incrementado de manera constante, actualmente sabemos que aproximadamente un 50% de los escolares presentan algún grado de malnutrición por exceso, ya sea obesidad o sobrepeso.
Esencialmente, la obesidad se desarrolla cuando las calorías ingeridas superan a las que se necesitan para el crecimiento y/o funcionamiento diario del organismo, es decir un desbalance energético.
Está demostrado que un niño con obesidad tiene mayor riesgo de ser un adulto con obesidad y por lo tanto también mayor riesgo de desarrollar Enfermedades Crónicas como la diabetes y la hipertensión. Estas patologías crónicas elevan las posibilidades de sufrir un evento cardiovascular, el cual constituye la principal causa de muerte en Chile.
En el año 2016 la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico (OCDE) manifestaron que Chile se encuentra en el puesto N° 6 en el ranking de obesidad a nivel mundial.
Para abordar la “epidemia de la obesidad” se han elaborado diferentes políticas públicas e iniciativas para hacerle frente. En enero, el Ministerio de Salud presentó la Política Nacional de Alimentación y Nutrición (PAN), la primera estrategia y la más conocida en la actualidad es la nueva ley de etiquetado nutricional, los “disco pare” en negro ubicado en la parte frontal de alimentos que advierten sobre el contenido de grasas saturadas, azucares, colesterol y sodio en los alimentos procesados.
Lo anterior ha impulsado a las industrias alimentarias a disminuir el contenido de estos nutrientes, para presentar al consumidor un producto que tenga menos sellos negros posibles, y por lo tanto, más saludable. Por otra parte, también se prohibió la publicidad dirigida a niños para vender productos poco saludables y también cuidando el entorno escolar prohibiendo la venta, regalo, y publicidades de alimentos no saludables dentro de los colegios. Esta es una medida que ha generado un cambio en la elección de alimentos por parte de la población y mayor conciencia respecto a la salud.
Recomendaciones para disminuir la ansiedad.
Recomendaciones para evitar la obesidad.
Por otra parte, JUNAEB ha propuesto alinearse a las medidas tomadas contra la obesidad, por lo que desarrollaron el programa llamado Contrapeso, en el que redactan 50 medidas a tomar para controlar esta epidemia.
Si bien, sabemos que vamos ya por buen camino, debemos esperar estudios a largo plazo para evaluar el impacto de estas medidas, y su efectividad.
Actualmente aún nos quedan temas pendientes, entre ellos el agregar impuestos a la comida “chatarra”, los que en un principio deben ser evaluados por su impacto económico, medida que apoyamos como Colegio de Nutricionistas y consideramos que puede impactar de manera positiva a la hora de elegir alimentos.
Otro tema pendiente, es la falta de profesionales nutricionistas en el servicio público ya que por una alta prevalencia de obesidad y enfermedades crónicas no transmisibles se genera una alta demanda de horas, por lo que los profesionales no dan abasto para poder realizar seguimientos significativos de los pacientes.
Sabemos que hay tanto factores genéticos (no modificables) como factores ambientales (modificables) que inciden en el desarrollo de la obesidad y sobrepeso, y son los factores ambientales son los cuales debemosenfocarnos.
La prevención de la obesidad debe comenzar desde la niñez, para así, instaurar patrones de actividad física y alimentación que seguirán a lo largo de los años. No se nos debe olvidar que nosotros somos un referente en lo que a patrones de comportamiento se refiere, los niños tienden a seguir la acción de los padres, incluyendo hábitos de alimentación y actividad física.